Si hay producto estrella en todo lo relacionado con regalos promocionales son las tazas. En cuestiones de marketing lo tienen todo: son útiles y hasta decorativas, tienen una gran superficie para estampar todo aquello que se necesite y nunca pasan de moda. Pero no solo en publicidad, también en eventos, celebraciones familiares o como simple muestra de agradecimientos a los clientes de la empresa, una  perfectas. ¿Pero qué se necesita para personalizar una taza?

El equipo al completo

Personalizar una taza no es especialmente complicado, pero sí es necesario contar con una serie de herramientas básicas. Por supuesto, lo primero es la taza. Las hay de mil formas, tamaños y colores, pero para estampar, lo más simple es siempre lo más adecuado y lo que mejores resultados puede dar, sobre todo si aún no se tiene mucha práctica. En otras palabras, la de desayuno de toda la vida es perfecta.

Pero eso sí, hablamos de forma, que no de otras características. Para personalizar una taza esta debe estar preparada para la sublimación, si no es así, el motivo no se adherirá a la superficie. Y otra cuestión importante: la taza, mejor blanca.

Por supuesto, para personalizar una taza se necesita mucho más. Hay dos herramientas básicas. Por un lado, una impresora con tinta de sublimación. Esta puede ser de formato A4, ya que la superficie del soporte nunca será mayor. Y, junto a ella, es imprescindible usar tinta de sublimación (una tinta especial que reacciona con la temperatura), así como papel de sublimación, que es el “portador” del motivo impreso que con el calor pasará a la taza.

Y, además de la impresora, es imprescindible contar con otro aparato, que no es otro que una prensa térmica. En ella, mediante presión y aplicación de calor, se desarrolla el procedimiento final para personalizar una taza, que no es otro que traspasar ese diseño al soporte.

El proceso paso a paso

Si te animas a personalizar una taza, comprobarás que el proceso no lleva mucho tiempo y que puede dar un resultado sorprendente. Con el equipo adecuado podrás estampar todos los diseños que imagines y crear tazas diferentes para todo tipo de ocasiones. Si tienes un negocio, se convertirá en una de las herramientas de marketing más simples y efectivas que puedas imaginar.

¿Cómo es proceso para personalizar una taza? De una forma muy resumida, lo primero es el diseño del motivo, la frase o el dibujo que quieras estampar. Luego se envía a la impresora y se recorta perfectamente. Tras ello, basta con colocarlo en el soporte y sujetarlo con cinta térmica para que no se mueva, poner la taza en la prensa ajustándola bien y esperar a que haga su trabajo. Así de rápido y de sencillo.

Lo que nunca podrá hacer una máquina

Las máquinas y los materiales adecuados son imprescindibles para para personalizar una taza, pero se necesita algo más: imaginación. Piensa que con ella se trata de sorprender, de enviar un mensaje que llame la atención o de generar una reacción positiva en quien la recibe.

Personalizar una taza, por ejemplo, para un evento familiar tendrá un efecto muy diferente si se imprime solo una foto a si, además, se juega con frases alusivas al evento o al homenajeado. Y lo mismo ocurre cuando se trata de un fin publicitario, en este aspecto el diseño juega un papel decisivo.

Si tienes las herramientas básicas para personalizar una taza y, además, pones grandes dosis de creatividad, el éxito estará más que asegurado. En Chapea queremos ayudarte a conseguirlo, nosotros te proporcionamos material y equipo y tú solo tendrás que poner la imaginación y un poco de tu tiempo para conseguir esas tazas perfectas.

 

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *